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Sanar al niño interior, algo de lo más importante que harás en tu vida adulta

Mucho se habla sobre lo importante que es sanar las heridas de la infancia ¿pero realmente lo es?

Los primeros años de nuestra vida son los más importantes, estudios dictan que hasta los 7 años se puede influir en la salud emocional de un niño y es que hasta esa edad es cuándo somos esponjas que absorbemos absolutamente toda la información que recopilamos del entorno, la gran mayoría a través de la interpretación de las experiencias vividas. Es en estos primeros años en dónde se van gestando las creencias y patrones que dirigirán nuestra vida adulta, además de la información que traemos inconsciente del clan, la que adquirimos del colectivo y del medio en el cual nos desarrollamos.

El llamado niño interior es nuestra esencia Divina intacta, es esa parte de nosotros mismos que es inocente, bondadosa, amorosa, genuina, libre, esa pureza de Espíritu que todos tenemos y que vamos modificando y/o olvidando conforme vamos creando nuestro personaje adulto. Está ligado al niño que fuimos, pero ¿qué sucede si esa niña(o) vivió traumas que marcaron su existencia? ¿quiere decir que si nos sentimos heridos de niños vamos a vivir esas heridas toda la vida? NO, es por eso que es tan importante conectar con nuestra infancia, desbloquear y resignificar experiencias dolorosas de la infancia, para poder convertirnos en esos adultos libres que son capaces de gozar su existencia en este plano.

En el proceso de autodescubrimiento y sanación de cualquier ser humano, este es uno de los temas más importantes a tratar pues te sorprendería reconocer que gran parte de los problemas que vivimos de adultos están relacionados a esta etapa de nuestras vidas, sin embargo nuestro inconsciente va a tratar de protegernos, de que no experimentemos dolor y es por ello que muchos de los traumas y heridas de la infancia se encuentran “bajo llave” en nuestro cerebro. Sin embargo si yo quiero comprender, conectar y sanar con ese niño interior para poder vivir una vida adulta en plenitud es imprescindible que abra esa “caja de pandora” para poder enfrentar y resignificar todo lo que me hizo daño que no pude procesar.

Si nos observamos es posible que detectemos alguna herida en nuestro comportamiento cuándo nos relacionamos con alguien que nos importa mucho, ¿has observado que a veces te conviertes en una “niña” cuándo estás con alguien? ¿te has sorprendido haciendo berrinche o siendo caprichosa? ¿te aíslas cuándo las cosas no salen como planeabas? ¿te exiges demasiado y también a los demás? Probablemente haya una de las 5 heridas de la infancia que hasta el día de hoy reconocemos, si bien me atrevo a decir que son más, de estás 5 parte todo. Las heridas de la infancia son:

  • Abandono
  • Rechazo
  • Humillación
  • Traición
  • Injusticia

La buena noticia es que absolutamente todo se puede cambiar y sanar.

Si te gustaría aprender más sobre las heridas de la infancia y cómo sanarlas escríbenos hola@marencalma.com.mx wtsp: +52 8711679164

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